Las familias reciben el apoyo del Movimiento en
los momentos más difíciles de su vida.
Un lugar donde los familiares de pequeños con cáncer encuentran refugio en Hermosillo es Movimiento RAS I.A.P., institución donde que proporciona protección en beneficio a
la calidad de vida de niños y adolescentes de escasos recursos del Estado de Sonora.
Se constituyó oficialmente el 2 de septiembre del 2008 a partir de la iniciativa de Claudia Téllez, quien un día caminaba por el hospital y vio personas que dormían afuera del nosocomio porque no tenían dónde quedarse mientras sus hijos recibían tratamiento, comentó Ileana Salvas Esquivel, administradora de la institución. Lo que se busca es que los niños salgan del área del hospital y tengan un lugar que sea diferente a lo que son las camas, enfermeras, doctores, agujas, para que tengan un lugar donde llegar y se puedan sentir en su propia casa. “Nosotros buscamos el apoyo de alguna manera para que los únicos beneficiados sean los niños que padecen la enfermedad y no les cueste nada a sus padres los gastos del tratamiento, estudios que les piden, inclusive les ayudamos con los gastos funerarios”, indicó Salvas Esquivel.
A lo largo de los más de cinco años que lleva la institución han apoyado a más de 300 familias de la entidad, actualmente son 105 niños los que acuden irregularmente a la institución, son menores que van y vienen, se registran una vez y regresan a sus casas.
SEIS PROGRAMAS
Se cuenta con seis programas en la institución: Asistenciales, Una comida con amor, Un pasaje una vida, Entregas de despensas, Abrazando un ángel, Entrega de prótesis y el más reciente es el de CoopeRASon 2014. El principal servicio que prestan es el de actuar como un albergue donde se cuenta con la capacidad de atender a diez personas, cinco niños y sus familiares, pero en ocasiones pueden ser más y adecuan los espacios para poder atenderlos. “Diariamente llevamos por lo menos una comida a los padres de los niños internados en el HIES para que tengan alimento, los alimentos los preparan las mismas voluntarias que tenemos en el movimiento”, señaló la administradora. También se les brinda apoyo a los niños para que puedan regresar a su próxima cita al otorgar el
pasaje a él y a un acompañante, si requieren de suplementos alimenticios como Pediasure o despensas, los familiares pueden pedirlo en el albergue. Incluso cuando solicitan los médicos estudios fuera de Hermosillo para los niños, los gastos los cubre la institución y en caso de alguna defunción, se les ayuda a los padres con el pago total de los gastos funerarios y el traslado a su lugar de origen. Debido a que es una institución privada siempre depende de las donaciones y aportaciones que realiza la sociedad para seguir ayudando, si alguien quiere ayudar a este movimiento puede hacerlo de varias maneras.
“Aceptamos donaciones económicas”, comentó Salvas Esquivel, “como es el caso de nuestro nuevo programa donde con cargo a UNAM tarjeta de crédito nos pueden apoyar
mensualmente, también requerimos de alimentos como pollo y carne, y voluntarios”.